Simboliza nuestro estado físico actual.
Para situarlo, nos podemos dejar guiar por las líneas de nuestra columna hasta situarnos en la zona
baja de la espalda, la zona coxígea que comprende el suelo pélvico y sobre todo, la zona perineal y denominada PLEXO SACRO. Ahí habita nuestra fuerza primigenia.
Se representa por un loto de 4 pétalos y su color es el rojo intenso. Se asocia al elemento tierra y a los aspectos básicos de la vida: comida, techo, profesión..
Este primer chakra se relaciona con una energía muy potente, la llaman Kundalini, y se representa como una serpiente enroscada en la base de la columna, que está esperando a ser despertada para iniciar su ascenso por el canal de la Sutsuma que recorre la columna. Ya que supone un motor energético, es fácil relacionarlo con el color rojo.
En términos más cercanos, podríamos relacionar esa serpiente con el talento individual que todos poseemos, y que espera que lo descubramos para sentirnos realizados.
Está desequilibrado cuando nos falta una base sólida, la que se necesita para crecer o desarrollarse, o en el lado opuesto, si estamos tan apegados a algo, que no nos atrevemos a llevar a cabo cambios que mejoren nuestra vida.
Al estar asociado con el elemento tierra y la fuerza, rige las partes del cuerpo que conforman su estructura: esqueleto, dientes, aparato circulatorio, sangre.
Se simboliza también con un elefante, símbolo de fortaleza, y las divinidades que lo presiden son Brahma (el dios creador del hinduismo) y la diosa budista Dakini (la energía que representa el camino de la transformación).
En la práctica de yoga, se trabaja creando sensación de arraigo, especialmente a través de los pies, las piernas y la pelvis, y con flexiones anteriores que nos proporcionan sensación de interiorización y quietud al percibir el arraigo a la tierra.
El sonido de este chakra es el mantra LAM
Uno de sus mudras es Prithivi mudra.
Con las dos manos, unir con una ligera presión la punta del pulgar y el anular, mientras el resto de dedos permanecen extendidos.
Este mudra puede remediar un déficit de energía en muladhara chakra. Que uno se sienta fuerte y vital, física o psíquicamente, depende mucho de esa energía.
Esta posición fortalece también el sentido del olfato y es buena para la piel, las uñas, el pelo y los huesos.
Aporta seguridad al andar, devolviendo el equilibrio y la confianza.
ASANAS: aquellas en las que los pies están en contacto con la tierra y en las que estiramos la zona inguinal y la parte baja de los glúteos.
MEDITACIÓN:
Sentados, con las manos en Prithivi mudra, tomamos conciencia el espacio de la base de nuestra columna para situarnos en la base de la columna y dibujar mentalmente la semilla de una planta. Desde ahí, sus raíces se hunden en la tierra para darle soporte y tomar alimento, al tiempo que con cada respiración, la planta también va brotando hacia arriba, buscando la luz para florecer y dar fruto.
Esto ocurre también en el ser humano: necesita soporte y alimento para poder crecer y conseguir una vida plena.
Con la inspiración, siento que la energía que absorbo desde la base de mi cuerpo recorre mi espalda, mi cuello, mi cabeza, y que va mas allá, hacia el cielo.
Retener un instante la respiración
Al expirar, siento como si una suave lluvia descendiera sobre mi cuerpo como una fuerza renovadora, y esa lluvia de energía la recojo en una cisterna imaginaria que es mi pelvis.
Dar y recibir, están en armonía.